No podía faltar una entrada dedicada a las queridas Tías ("Tiítas" para mi Pilito). Con que alegría con que nos reciben siempre! Hay que decir que llegar a verlas es todo un acontecimiento, y aunque nos hubiésemos visto el día anterior, a abrir la puerta al saber que llegamos y se suceden las sonrisas, gritos de algarabía al ver a las bebés y abrazos. A la Javierita -la regalona indiscutida de la casa (tiene sus propias regalías dignas de una reina)- le suma ahora la Ofita, quien ya tiene su trono en la galería y sus propios juguetes (Made in Tía Anita jeje)para entretención (tanto de la Ofi como de las Tías claro.. jeje). Siempre acompañado por los diálogos de la Tía Mechita quien la sostiene en brazos hasta el borde de al contractura muscular!
Ellas nos transportan a una atmósfera de paz y nos llenan de alegría cuando las vamos a ver... y de cosas ricas también! (especialidad de Tía Shally y Anita) ya que no importa la época del año para comer tomatitos, un postre con frutas de la casa o un buen pastel de choclos, ya que sin importar la estación ellas tendrán lo que el menú diga, porque con esmero de hormiguitas preparan y guardan sus productos bien conservados en su despensa especial. Todo eso lo hacen en su "casa-taller", que se camifla en el verdor del patio y los árboles. Ahí preparan además sus arreglos florales para el Club de Jardines de Angol, donde se luce la Tía Tere (además de hacernos siempre ricos panqueques y dulces!) para algún evento o simplemente para hermosear los interiores de la casa. Por todas partes se ven sus obras de arte en flores secas, pinturas al óleo, bawern y trabajos en cartón corrugado, cajitas de todos tamaños con jabones con incrustaciones florales del huerto y un sin fin de pequeños detalles.
Al recordarlas evoco la tranquilidad de sus días, pero a la vez se me dan forma en ellas los conceptos de organización, prolijidad y ternura y día a día nos dan una gran lección de como surgir y construir una hermosa vida en comunidad.
No sé si ellas nos leerán aquí, ya que fueron precursoras hace muchas décadas en el uso de las nuevas tecnologías. Las primeras del barrio en tener radio, donde escuchaban en un mueble gigante las radio-novelas de distintas partes del mundo y después las primeras en tener TV, pero ahora ya la era digital las tiene algo distantes de todo ésto. Igual les enviamos hartos besos y saludos!! Las extrañamos mucho... Yo todos los días encerrado en este departamento, en medio de un paisaje sobrecogedoramente urbano y Babilónico, me imagino caminando por esa inmensa y trabajada huerta húmeda, rebosante de aromas y de vida, siempre hermosa sin importar la estación del año (labor de la Tía Teresita, que controla además las "super-estructuras" de la casa jej). En verano, estar bajo la sombra de los parronales, cerezos, guindos, nísperos, higueras, manzanos, duraznos, perales, paltos, limoneros, naranjos...(que ellas mismas podan) uuuuuhhhh q lindo! o entre los hermosos rozedales, magnlios, abetos, margaritos, copihues... !! ... de los jardines de la Tía Chepita, quien al igual que las demás (pero un poc más) se devora los diarios la suscripción diaria a "La Tercera", para después de almuerzo atacar los nuevos puzzles, mientras corre la novela brasileña del '13.
Al estar con ellas, uno corre el riesgo de quedar virtualmente secuestrado atrapado por ellas y querer seguir disfrutando de la magia de cada rincón de la casa, o de sentarse a conversar, a recorrer innumerables álbumes fotográficos en blanco y negro y polaroid, en compañía de un sabroso té con galletitas... Parece que estuviera viéndolas, es que uno goza viendo como disfrutan ellas de cada pequeña buena nueva, de cada anécdota o historia que uno les comente.
Todo en ellas huele a la madura inocencia de las personas realmente bondadosas, que han vivido bien, han ayudado a quien estuvo a su alcance en especial a su familia todo lo que han podido. En sus palabras se dejan ver la suavidad y ternura pero a la vez la clara firmeza y convicción que da la sabiduría, y donde el firme carácter que han mostrado siempre, va apegado al bálsamo de las ideas reflexionadas y dichas con sentido común y estricto formal respeto que rayan en lo anglosajón, pero jamás con aires fríos o distantes. En el fondo, creo que encarnan casi a la perfección la idisioncracia del crisol de herencias culturales inmigratorias llegadas a Chile y que han estractado en ellas lo mejor de dicha herencia, que son la base de la actuale mujere chilena.
Sus cuerpos llegan ya a la edad física septuagenarias, octogenarias y casi ya nonagenarias (Tía Chepita este año), pero sus mentes y espíritus rebosan de niñez y prístina juventud.
De ellas rescataría muchas cosas más, pero por sobretodo quisiera destacar lo adelantadas que fueron a su época. Trabajaron y surgieron como mujeres solas, se educaron y abrieron espacio en el comercio en Santiago de Chile, a donde llegaron como jóvenes niñas sureñas de provincia a conquistar lo que sería su futuro, con austeridad y trabjo. Y vaya si lo lograron. Como mujeres independientes se desplazaban por la metrópolis y viajaban a ver la familia al sur en su auto, que mutaba acorde a los tiempos, levantaban empresa cuando muy pocas mujeres lo hacían, y decidieron volver a su tierra natal cuando sintieron el llamado de la Comarca. en "Angol de los Confines", con la satisfacción de quien cierra exitosamente sus ciclo.
Atrás quedaron los tiempos en PLaza Egaña, hermoso barrio de la comuna de La Reina. Se salvaron de ver como las torres de edificiones cercaban la casa (como de muñecas según la Pilito), y atrás quedó también el smog y el ruido por calle Seminario donde tenían su tienda, a un paso de los hermoso Parques Franceses de la rivera Mapochina.
Salidas de una fábula de realismo mágico sin fronteras, hoy me las imagino esperando que deje de llover para retomar urgentemente sus labores, y recordando en cada detalle a cada uno de sus sobrinos y sobrinas, y en especial quienes las compañan de lejos. Así esperarán el momento en que suene el teléfono o alguien llegue a llamar tras la alta reja burdeo, para darle más vida a sus días y después volver a soñar. Un cariñoso saludo y un recuerdo a la distancia para las Tías Alvarado-Amigo... Gracias Tías por enseñarnos a vivir.
Bueno, aquí estamos la Pilín, Javierín, Ornellín y Joancín dándoles la bienvenida para mostrarles muchas fotitos a todos quienes quieran saber algo de nosotros a la distancia. Escriban!